Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas. (M. L. K.)

lunes, 16 de abril de 2012


Hoy en día y desde hace mucho tiempo lxs seres humanxs optaron y no tuvieron peor idea que experimentar en animales no humanxs… mostrando de esta manera su lado mas frío, ladino e insensible. Obviamente usando en contra de su voluntad miles de seres, causándoles torturas inimaginables, haciéndoles padecer el peor de los infiernos, encontrando alivio solo en la muerte. Esta práctica es completamente innecesaria, e incoherente, ya que existen alternativas más viables y mejores, siendo la experimentación un rasgo humanx que nos muestra lo primitiva que es la evolución humana.

Esta práctica se encuentra en todo el mundo, actualmente en argentina se experimenta mucho con animales no humanxs. Un ejemplo son los centros de zoonosis, a los cuales acuden los laboratorios y otrxs experimentadores asesinxs para retirar individuos y experimentar con ellxs, accediendo los centros de zoonosis a este pedido.

En el bioterio de algunas facultades de argentina tal como la de agronomía o ciencias veterinarias, donde se dan cursos de experimentación con animales de laboratorio, se practica esta atrocidad y es increíble que hoy en día seamos cómplices de tal hecho permitiéndolo, y permitiendo que sea este algo común dentro de la sociedad, por eso queda en nosotrxs mostrar nuestro repudio a tales aberrantes prácticas.
Algunos de los animales no humanos utilizados son secuestrados de su hábitat (como primates, reptiles…), transportados (solo el 10% llegan vivos). Otrxs proceden de criaderos (ratas, ratones…) o de perreras (perros, gatos…).
Los animales no humanos más utilizados son:
Ratas, ratones, cobayas, hamsters, conejos
Primates (babuinos, chimpancés…)
Perros (especialmente beagles), gatos y caballos
Ovejas y cerdos
Anfibios y peces también son cada vez más utilizados para la investigación.
 
Todos estos animales no humanos son utilizados como “sujetos” de experimentación porque supuestamente:
- Tienen respuestas similares a los animales humanos hacia muchos tipos de estímulos.
- Les sirven a los experimentadores de criba para nuevos fármacos.
- Sirven de sparring para nuevas armas, de probeta para nuevas (o no tan nuevas) sustancias, de medida de diferentes estímulos psicológicos.
En definitiva, la ciencia asume que los animales humanos y no humanos tenemos respuestas similares ante estímulos similares y que tenemos una fisiología suficientemente parecida como para que sus pruebas puedan ser justificables a los ojos de los “científicos”. Se asume que los demás animales también sienten, sufren, buscan el placer, pasan miedo, les duele cuando se les pega… en definitiva, que si se les causa dolor eso afecta al sujeto que tienen entre sus manos y pese a eso, pese a saber, ver, confirmar, que somos similares, siguen encarcelándolos, quemándolos, envenenándolos, apaleándolos… en nombre de la ciencia, de la estética, de la mejora de las armas…

Así, no existe un sufrimiento para los "humanos" y otro para los “demás animales", tan sólo existe el sufrimiento. La terrible experiencia del dolor, el estrés, la angustia y del miedo, resultan tan indeseables para unos como para otros. Por ello, el mismo grado de padecimiento ajeno debería tener por nuestra parte la misma consideración ética.Aceptar como más deseable el dolor de un ratón, que el de un ser humano, es tan injusto como aceptar lo mismo entre personas de diferente sexo, edad, estatus o raza. Podemos poner en práctica la discriminación que deseemos, pero cualquiera de ellas será injusta. Por ello, la salud y el bienestar individual es tan importante para nosotros como pueda serlo para un gato, un salmón, una paloma o una rana.
En todo ello está la base del especismo, por el que los intereses de los demás animales (aunque sean tan fundamentales como la vida, la libertad, el no sufrir…) son infravalorados frente a los de los animales humanos, simplemente porque no son de nuestra especie (discriminación similar a la que podría hacer un racista con los intereses de individuos de una raza o cultura diferente a la suya).

Pero, aún en el hipotético caso de una cierta eficacia de la experimentación con animales no humanos, estaríamos ante un mero intercambio de "dolor por dolor". Incluso el más entusiasta vivisector aceptará como válida la teoría de que, si queremos obtener datos realmente significativos para los humanos sobre una enfermedad concreta, deberemos estudiar los modelos más próximos a nosotros, por lo que si queremos “buena ciencia” lo ideal sería experimentar directamente con humanos (cosa que si se hace sin el consentimiento del sujeto implicado la propia sociedad ve como totalmente carente de ética). Las capacidades cognitivas de los individuos no son importantes a la hora de valorar si sus intereses merecen ser respetados. Si no utilizaríamos a un bebé humano, a un discapacitado cognitivo o a un enfermo de Alzheimer (humanos con una menor capacidad intelectual, similar en muchos casos a la de otras especies no humanas) en un experimento de abrasión dérmica por ejemplo, tampoco es ético hacerlo con conejos, ya que éstos tienen la misma capacidad de sentir (dolor, angustia, pánico, desasosiego, estrés…) que los humanos.
¿Son fiables para los humanos lo experimentos en animales?
¿A alguien en su sano juicio se le ocurriría tomar una medicina para ratas?. Pues bien, la experimentación con animales produce medicinas para ratas que después se nos dan a los humanos, y en unos casos funciona y en otras no. Intentar aplicar los resultados de un experimento con ratones a hombres es como decirnos que no hay diferencias relevantes entre los unos y lo otros. Es verdad que algunos avances importantes de la ciencia se han debido a la experimentación animal, pero hay que dejar claro que no se trata de resultados científicos, sino de juegos de azar... unas veces dan los resultados, esperados y otras veces producen tragedias masivas.Las variables que entran en juego en el desarrollo de una patología incluyen factores ambientales, sociales, y en gran medida individuales, de manera que ante una situación idéntica, los resultados son muy diferentes, cosa que ya sabíamos porque todos conocemos personas ancianas fumadoras que gozan de excelente salud, mientras otras fallecen de cáncer de pulmón en plena juventud. La mayoría de las pruebas consisten en recrear situaciones; las enfermedades que desarrollan los animales en los laboratorios son inoculadas por humanos deliberada y artificialmente a individuos en principio sanos, a pesar de que la dolencia original humana se desarrolló durante décadas en condiciones que nada tienen que ver con los modelos experimentales.

Hay una serie de factores por los que no podemos considerar estos experimentos como fiables para los humanos:
1. Primer factor de error: diferencias entre especies
Las diferencias entre seres enunciadas por Hipócrates se confirman incluso de madre a hijo, de un sexo a otro y, con más razón, de una especie a otra. Cada especie animal (e incluso cada individuo) posee un sistema inmunitario cuya función radica en la eliminación de posibles patógenos, células cancerígenas, etc. Esto implica que existe una susceptibilidad entre especies (o individuos) diferente frente a las infecciones por microorganismos (como ejemplo claro podemos recordar las miles de muertes que causaron los virus de los colonos españoles en los indígenas americanos, quienes no estaban inmunizados frente a la gripe).  Estas diferencias en el sistema inmunitario explican las reacciones de rechazo en los transplantes y, especialmente, en los xenotransplantes (entre diferentes especies). A pesar de los millones invertidos en la manipulación genética del sistema inmunitario de animales no humanos para crear transgénicos, y los experimentos consistentes en transplantar hígados de babuíno a cerdo, todos han acabado en fracaso. Determinados animales utilizados para la investigación toleran sustancias nocivas o mortales para el humano, pero mueren o enferman con las que son inofensivas para nosotros. Por ejemplo los gatos metabolizan tan lentamente la aspirina que les resulta muy tóxica, las ratas no sintetizan la vitamina C, la penicilina es mortal para las cobayas, pero éstas, al igual que los pollos y los monos, pueden consumir grandes dosis de estricnina que mata a los humanos. La digitalina, tan beneficiosa para los humanos enfermos del corazón, fue declarada tóxica en 1.911 a raíz de experimentos en animales no humanos; el cloroformo es tóxico para los perros; una dosis de atropina, suficiente para matar a un ser humano, es insuficiente para conejos y cabras. El arsénico no daña a las ovejas, pero las almendras pueden matar a zorros y pollos; la morfina anestesia y calma al ser humano, pero excita violentamente a gatos y a ratones, etc.
Estos ejemplos denotan la falta de fiabilidad y validez de los datos extraídos de diferentes especies animales, ya que en última instancia hacen del ser humano el sujeto experimental final. Las diferencias entre especies nos confunden y apartan del camino científicamente correcto a seguir para desarrollar fármacos adecuados y pueden llegar a que se lancen al mercado fármacos perjudiciales o letales para los humanos.

Para el doctor Vernon Coleman "Se realice la cantidad de experimentos que se realice,los auténticos conejillos de indias son las dos o tres generaciones de humanos que utilizan una nueva técnica o un nuevo medicamento".
Tampoco sirven las pruebas efectuadas con animales para buscar fármacos efectivos contra el cáncer o el SIDA. Los animales no humanos desarrollan cánceres muy diferentes a los de los humanos y reaccionan de manera muy distinta a los fármacos.

2. Segundo factor de error: mantenimiento y sufrimiento de los modelos
Los animales no humanos utilizados en la experimentación no pueden ser modelos fiables debido a las condiciones artificiales, tanto de su mantenimiento y cautiverio, como de las causas provocadas que los llevan a enfermar. En el laboratorio, los animales están privados de espacio, de luz natural, de vida social y son torturados, frecuentemente unos a la vista de los otros, de manera que los desequilibrios fisiológicos provocados por esta mezcla de ansiedad, dolor y terror necesariamente alteran de manera muy poco científica cualquier resultado obtenido por estos medios.

3. Tercer factor de error: artificialidad
Además de las condiciones artificiales de vida de los animales utilizados, ésta mal llamada cienciase empeña en recrear el fenómeno de la enfermedad, dejando la causa a un lado. Por ejemplo: la investigación contra el cáncer se basa principalmente en recrear el fenómeno tumoral para erradicarlo, pero no en investigar las causas o los factores predisponentes de la enfermedad, que volverá a manifestarse. De hecho, sólo en humanos existen más de 200 tipos de cáncer que afectan los diferentes órganos, tejidos y células, y el desarrollo de los carcinomas en las diferentes especies animales es distinto. Se intenta contagiar a animales sanos con las enfermedades que los humanos desarrollamos debido a factores genéticos, medioambientales, psicológicos, alimentarios o de comportamiento. Se añade a ello que se administran las sustancias en los animales no humanos de forma distinta a la que se realiza en los humanos (por ejemplo, la nicotina administrada a ratas de forma intravenosa, mientras que en los humanos es inhalada).
Por otro lado, a lo largo del tiempo, hemos ido interiorizando una serie de tópicos, conformando creencias que nos llevan más fácilmente a justificar los experimentos con animales no humanos.Algunas de ellas son:

Creencia nº1: Los demás animales son lo suficientemente parecidos al ser humano como para justificar la experimentación sobre ellos. Realidad científica: La palabra "parecido" en el mundo de la ciencia verdadera carece por completo de significado. Si te dijeran que en la habitación de al lado no hay oxígeno, sino un gas "muy parecido" al oxígeno, ¿te atreverías a entrar? Si necesitaras una transfusión sanguínea, y te dijeran que no disponen de sangre humana sino tan sólo de una sustancia "muy parecida" a la sangre humana, ¿la aceptarías? Si te dijera que mis números de la lotería son "muy parecidos" a los números ganadores, ¿me felicitarías?.

Creencia nº 2: Es posible inducir sobre un animal sano una enfermedad humana contraída normalmente (lo que los investigadores llaman "el modelo animal de la enfermedad humana"). Realidad científica: Esto es imposible por definición. Tratar de inducir enfermedades humanas espontáneas (contraídas naturalmente y que provienen del interior) en un organismo sano constituye la "investigación experimental". Es imposible hacer aparecer una enfermedad en un animal sano (al igual que en un ser humano sano) sencillamente porque al "crearla", es artificial y por tanto ya no es la enfermedad original, la que se contrae naturalmente. Evidentemente, "inducir" y "espontáneo" son términos contradictorios. Aunque en ocasiones sea posible inducir algunos de los síntomas de una enfermedad, nunca será la enfermedad en sí misma. La excepción a este hecho es el caso de las enfermedades infecciosas. Sin embargo, los animales no contraen enfermedades infecciosas humanas del mismo modo que nosotros no contraemos las suyas. Esta es la razón por la que los que practican la vivisección no pueden infectar ni un sólo animal con el virus del SIDA, a pesar de los esfuerzos realizados en la obtención de "un modelo animal de SIDA humano". Un animal no humano no puede contraer una enfermedad humana porque cada especie es una entidad bioquímica y biomecánica distinta.

Creencia nº 3: Es posible aprender la anatomía y fisiología humana a través del estudio de mamíferos, anfibios, peces y/o pájaros. Realidad científica: Los animales son distintos de los seres humanos y entre sí genética, histológica, anatómica, fisiológica, inmunológica, emocional, psicológica, sexual y socialmente. Es evidente que la medicina humana no puede estar basada en la medicina veterinaria.

Creencia n º 4: Es posible predecir las reacciones humanas a los medicamentos, vacunas y otras sustancias químicas probándolas sobre animales. Realidad científica: Los animales no humanos reaccionan a los medicamentos, vacunas y otras sustancias de manera diferente a las personas, y también entre ellos. Este es el motivo del incalculable daño para la salud humana causado por los productos farmacéuticos y las vacunas que han sido probados sobre otros animales.

Creencia n º5: La experimentación con animales es útil para aprender sobre sus enfermedades en las escuelas veterinarias. Realidad científica: No puede obtenerse ningún conocimiento sobre las enfermedades de los animales estudiando animales enfermados artificialmente (investigación experimental). Por las mismas razones que en la nº 2. De igual modo, para estudiar medicina no se enferma deliberadamente a humanos, ni se les causan lesiones o muerte para poder ver las reacciones a determinados tratamientos ni para estudiar su fisiología.


Por lo tanto, las mayores desventajas de la experimentación en animales no humanos son:

- Desde el punto de vista ético: el uso y consideración que se hace de los demás animales como herramientas para buscar el beneficio humano, sin tener en cuenta que al tener sistema nervioso también sienten dolor, miedo, estrés, placer, etc., y por lo tanto también tienen interés en vivir y disfrutar de sus vidas en libertad como los humanos. La discriminación en función de la especie (especismo) es una discriminación tan injusta y arbitraria como la discriminación en función de la raza o el sexo (racismo y sexismo), de tal modo que no es justo experimentar en otros individuos con capacidad de sentir que sean de una raza, sexo o especie distinta a la nuestra.
- Desde es punto de vista científico: este tipo de experimentación genera problemas de extrapolación entre especies, gastos y tiempo excesivos. Los centros de poder de la medicina oficial y de las todopoderosas corporaciones farmacéuticas difunden la idea de que el sufrimiento infringido a los animales es inevitable si queremos salvar vidas humanas y combatir enfermedades, del mismo modo que los nazis podían argumentar la experimentación de los judíos para ayudar a los humanos de raza aria. Se estima que un 3,5% del descenso de la mortalidad entre los años 1900-1990 fue debido a la introducción de vacunas y tratamientos farmacológicos que no fueron descubiertos gracias a la experimentación con animales no humanos . La Asociación Antiviviseccionista de Médicos Suiza defiende que no solo ningún adelanto de la medicina se produce gracias a la vivisección, sino que además esto retrasa el progreso médico, pues es un método anticientífico. Según esta agrupación, "los datos proporcionados por experimentos con animales son falsos, caóticos, no fidedignos y no se pueden extrapolar al animal humano ni a otros animales". Incluso una defensora de la vivisección como es la poderosa Asociación Médica Americana reconoce que "a menudo los estudios con animales provocan poco o nada, y es muy difícil trasladarlos a humanos".
Esto se debe principalmente a que las enfermedades provocadas en los laboratorios no tienen nada que ver con las que sufren los humanos y no humanos de forma natural. Las diferentes especies animales reaccionan de forma distinta ante las mismas substancias. Cientos de medicamentos no dieron señal de toxicidad en los test con animales y después fueron retiradas del mercado por causar la muerte o trastornos graves en miles de personas. Otros medicamentos como la penicilina nunca se habrían comercializado si se ensayaran con cobayas y otros animales, para los que es un veneno mortal en pequeñas dosis.

El estrés, la angustia y el miedo al que están sometidos los animales de laboratorio alteran sus reacciones, y de sus respuestas no se puede sacar ningún tipo de conclusión. Podría decirse que el objetivo de la ley no es la salud del paciente, sino los beneficios de los experimentos ya que con ellos la industria farmacéutica tiene cubiertas las espaldas frente a las demandas de pacientes intoxicados, pues sus productos pasaron por todos los controles legales. Los investigadores e instituciones siguen estando a nómina de la industria farmacéutica y los cazadores, traficantes y cuidadores de animales de laboratorio se siguen beneficiando.
Ningún avance científico es atribuible a los resultados de la experimentación en animales no humanos, sino a pesar de ellos y gracias a afortunadas coincidencias. La reducción de la mortalidad, el alargamiento de la esperanza de vida y la disminución y erradicación de algunas enfermedades que antes causaban estragos en nuestro medio (cólera, tifus, difteria, tuberculosis...) se deben a la mejora en la alimentación e higiene (alcantarillado, desinfección...) y a los análisis estadísticos y clínicos de la medicina preventiva y la epidemiología.

Así, cada vez son más las voces que se alzan contra estas prácticas, cuyos resultados son inciertos, confusos o desafortunados. Las atrocidades son de tal calibre que generalmente se mantienen ocultas a la opinión publica para evitar movimientos de protesta. Por otro lado, cada vez más científicos se han dado cuenta de que la experimentación con animales no humanos a menudo frena el avance de nuestra comprensión de las enfermedades de los humanos y su tratamiento. Por ejemplo, las pruebas con animales pueden dejar sin identificar algunos productos químicos que causan cáncer a las personas. En casos como en SIDA se encontrará una cura más deprisa si la experimentación se hace directamente sobre humanos voluntarios (y no hay escasez de voluntarios), ya que ¿porqué han de estar muriéndose personas por una enfermedad invariablemente fatal mientras se prueba una posible cura en animales que no suelen desarrollar SIDA?.

Una encuesta realizada en 1991 por esta asociación entre 500 profesionales de la medicina, dio como resultado que el 88% de ellos opinaba que este tipo de experimentos resultan confusos, debido a las diferencias anatómicas y fisiológicas entre los animales y los humanos.  "El 75% de los cánceres se presentan en la 2ª mitad de la vida, y un cierto número son debidos a que los productos testados sobre los animales y reconocidos como no tóxicos, a la larga resultan tóxicos para el ser humano". Claude Reims (prestidioso Biólogo francés). Cuando leemos informes de experimentos que causan dolor y ni siquiera parecen encaminados a producir resultados realmente significativos, tendemos a pensar en un primer momento que debe de haber alguna otra razón que no alcanzamos a comprender. Pero cuando profundizamos más en el tema lo que parece trivial en la superficie resulta ser realmente trivial.
Roger Ulrich, un investigador que escapó a su condicionamiento y reconoció que causó años de tortura a los animales no humanos, comentó: "Al inicio, mi investigación fue motivada por el deseo de comprender y ayudar a resolver el problema de la agresión humana, pero posteriormente descubrí que los resultados de mi trabajo no parecían justificar su continuación. Al contrario, empecé a preguntarme si quizá las prestaciones económicas, el prestigio profesional, la oportunidad de viajar, etc no serían los factores que me interesaran y nosotros, los miembros de la comunidad científica (patrocinados por nuestro sistema burocrático y legislativo), no seríamos en realidad parte del problema".

Este proceso se conoce como ceguera ética condicionada, pero no son sólo los experimentadores los que sufren esta ceguera. Las instituciones de investigación a menudo contestan a sus críticos diciéndoles que disponen de un veterinario para cuidar de los animales. Se supone que esto nos va a tranquilizar debido al mito de que todos los veterinarios son personas que quieren a los animales y no permiten que se les haga sufrir innecesariamente. Por desgracia muchas veces esto no es así. En estos casos los veterinarios ofrecen "cuidado rutinario" a los animales que sufren abuso “innecesario”. ¿Esta es la meta de la profesión veterinaria?.
"Ahora, cuando las nuevas investigaciones han permitido progresos reales y han demostrado ampliamente el carácter no científico de la vivisección, cabe preguntarse por qué la gente se empeña aún en utilizar animales en los laboratorios". Dr. L.Franken
¿Qué tipo de alternativas son usadas hoy en dia?
El sistema de cultivo de tejidos humanos se perfila como el principal medio al alcance de la ciencia para sustituir a los animales en los laboratorios, resultando más económico y fiable (al tratarse de tejidos humanos).
Hay métodos físico-químicos, modelos matemáticos y córneas de bancos de ojos.
El avance de la tecnología informática permite realizar predicciones por ordenador, un método de enseñanza menos cruento e igual de eficaz.
Se dispone de estudios de población - que tan buen resultado están dando en medicina preventiva - y de la observación directa de los pacientes por parte de sus médicos.
Hay múltiples bases de datos de pruebas ya hechas, y las compañías también pueden formular productos con el uso de ingredientes que ya han sido determinados como seguros.
Se trabaja también con el cultivo de bacterias (el test de Ames), y pruebas en voluntarios humanos con técnicas no invasivas: como RNM, TAC, TEP, etc...
Las autopsias son un método no suficientemente valorado, aunque mucha de la información que aportan no se puede obtener de otros modos.
Vigilancia tras el lanzamiento de un medicamento, podría parecer que la necesidad de tal estudio es obvia: En realidad, ésta no se está llevando a cabo con el rigor necesario, debido a la política de las compañías farmacéuticas y a la equivocada confianza en los experimentos en animales que éstas promueven.
Las pruebas específicas son:
Eytex es una prueba completamente in-vitro que mide la irritación del ojo a través de un sistema de alteración de proteínas. Una proteína vegetal del frijoles de jack imita la reacción de la córnea a una substancia extraña. (Esta opción es usada por Avon en vez de la cruel prueba de irritación del ojo Draize). Investigadores europeos han inventado seis nuevos ensayos farmacéuticos para medicamentos en los que se usarán células sanguíneas humanas en lugar de conejos, lo que permitirá salvar la vida cada año en la UE a 200.000 individuos de esta especie. El visto bueno de la UE a estas pruebas animará a las empresas a adoptarlas, garantizará la inocuidad y la calidad de los medicamentos y limitará el uso de animales no humanos en la investigación.

Skintex es un método in-vitro para estimar la irritación de la piel que usa la corteza de la calabaza para imitar la reacción de una sustancia extraña en la piel humana (Tanto Eytex como Skintex pueden medir 5.000 materiales diferentes).
EpiPack usa tejidos humanos clonados para analizar substancias potencialmente dañinas.
Neutral Red Bioassay consiste en células humanas cultivadas que son usadas para calcular la absorción de un tinte soluble en agua para medir la toxicidad relativa.
Testskin usa piel humana cultivada en una bolsa plástica estéril y puede ser usada para medir el grado de irritación, etc. (Este método es usado por Avon, Amway, y Estee Lauder).
Topkat es un programa de computadoras que mide la toxicidad, mutagenicidad, carcinogenicidad, y teratonogenicidad. (Este método es usado por las Fuerzas Armadas Estadounidenses, la Agencia de Protección Ambiental, y la Administración de Comida y Drogas).
Método de Difusión en Agarosa, que analiza la toxicidad de elementos plásticos y sintéticos usados en instrumentos médicos, como válvulas para el corazón, coyunturas artificiales, y líneas intravenosas.

Algunos de los avances conseguidos sin utilizar animales no humanos:
Procedimientos quirúrgicos: Extracción del apéndice, piedras renales, ovarios cancerosos, reparación de aneurismas cardíacos, etc.
Antibióticos
Anestésicos y analgésicos: Introducción del cloroformo, éter y muchos otros.
Distintos medicamentos: La introducción de las primeras medicinas efectivas contra la leucemia infantil, como el importante anticancerígeno metrotexato, elcromoglicato de sodio (tratamiento contra el asma), medicamentos de nitrito(para la angina de pecho), quinina (para la malaria), y muchas otras.
En contraste, la introducción de las transfusiones de sangre y de los transplantes de córnea sufrieron un retraso de 200 y 90 años respectivamente, debido a confusiones creadas por experimentos con animales no humanos. El desarrollo de alternativas a todas las pruebas de toxicidad costará tiempo, pero será posible. Mientras tanto, hay una manera simple de reducir la cantidad de sufrimiento causado en tales pruebas. Deberíamos conformarnos con carecer de toda sustancia nueva pero potencialmente peligrosa que no sea esencial para nuestra vida. A pesar de que la Organización Mundial de la Salud reconoce como esenciales sólo unos 240 medicamentos, existen decenas de miles de ellos en el mercado mundial. Como técnicas alternativas libres de sufrimiento NO SE INCLUYEN LAS DE CULTIVO CELULAR, ya que no representan una forma de realizar investigación científica, médica y toxicológica sin el empleo de animales no humanos vivos. Varios animales han de ser asesinados para obtener las células. Además, para cultivar células, tejidos u órganos en un recipiente plástico, se les ha de proporcionar adecuadas condiciones de crecimiento, lo que se consigue añadiéndoles el medio de cultivo, a menudo combinado con suero fetal bovino. Para ello se ha de extraer sangre de bovinos no nacidos con una aguja de gran diámetro, que es introducida en el corazón latente del feto no anestesiado (procedimiento extremadamente doloroso). Posteriormente, el feto 'vacío' es tirado a la basura o triturado con el fin de garantizar que no será empleado para consumo humano.

El campo de la cosmética es el único no obligado por ley a testar sus productos en animales no humanos. Desgraciadamente aún hay miles de marcas que prefieren seguir perjudicando física y psicológicamente a los demás animales.

Existen sin embargo cientos de fabricantes de cosméticos y de productos del hogar (más de 500) que han rechazado las pruebas en las que se utilicen animales no humanos, para evitar que estos se vean perjudicados. La mayoría de estas compañías éticas con el resto de animales usan una combinación de métodos para garantizar la seguridad, tal como el mantenimiento de extensas bases de datos e información sobre ingredientes y fórmulas, el uso de pruebas in vitro, y de estudios clínicos de humanos.
¿Qué hacer individualmente? Los consumidores podemos apoyar esta iniciativa de varias formas:
Comprando productos que no estén testados en animales no humanos y que no contengan productos derivados de ellos (si las tiendas donde solemos comprar no los tienen podemos pedírselos para que se surtan de ellos y así facilitar la accesibilidad de estos productos).
Dejando de adquirir aquellos productos que contienen ingredientes de origen animal o que testan o experimentan sobre ellos
Pidiendo a las tiendas locales que se surtan de artículos que no hayan sido experimentados en animales no humanos, y que por supuesto no contengan ingredientes de origen animal
Instando a las agencias del gobierno y a las asociaciones comerciales a poner en práctica los métodos que no usan a los demás animales


Omití las imágenes, ya se imaginarán por qué.
http://www.semilladeliberacion.com/experimentacion.html#arriba

Aud

viernes, 6 de abril de 2012

Más claro, imposible.

Tus hijos no son tus hijos

Tus hijos no son tus hijos
son hijos e hijas de la vida
deseosa de si misma.
No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas,
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual, tus hijos
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación
en tu mano de arquero
sea para la felicidad.




https://www.facebook.com/RosyGim/posts/265543600204279

Tofu



El Tofu o queso de soja es una proteína vegetal a base de soja que está muy de moda gracias a su alto contenido en Calcio y a su gran aporte de proteínas. 


Propiedades del tofu
El Tofu es un alimento originario de Oriente consumido desde hace miles de años.
Para millones de personas es la fuente principal de proteínas en su dieta, y lo consumen diariamente.
Elaborado a partir de la soja, su aspecto es un cubo de unos 225 g. de color blanco de textura más o menos firme, según la variedad.
Inmejorable fuente de proteínas vegetales. El tofu contiene un elevado porcentaje de proteínas de excelente calidad y los 10 aminoácidos esenciales en cantidades suficientes.
El tofu es un alimento más suave y digestivo que los alimentos ricos en proteínas como la carne, los huevos o la leche, etc.
Es bajo en calorías.
No tiene colesterol y además ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre.
Contiene abundante lecitina (buena para el colesterol y la memoria)
El tofu tiene más calcio y minerales que la carne (un trozo de 225 g. proporciona el 38% del calcio diario recomendado)
Sin antibióticos, hormonas y demás componentes utilizados en el engorde del ganado.
Sin conservantes, ni colorantes ni productos químicos.
El tofu es muy aconsejable en la Menopausia por su contenido en Calcio y por su efecto regulador de los estrógenos ya que es rica en Isoflavonas.
Con el tofu podemos hacer los mismos platos que haríamos con la carne, se puede:
Freír, rebozar, empanar, estofar, a la plancha, como base de albóndigas y croquetas, en sopas, mahonesas, bechamel, en postres, preparados dulces, etc.






Información nutricional del tofu (por 100 g.)
15% de Proteínas.
8% de Grasas.
1% de H. Carbono.
136/570 Kcal./kj.


¿Sabías que el tofu...?
Es un excelente alimento para usar en combinaciones de proteínas, ya que contiene abundante lisina, aminoácido esencial que es deficiente en muchos productos de cereales, éstos, por otro lado, están bien dotados de los aminoácidos sulfurados, metionina y cistina, que están restringidos en la soja.
Por eso, las proteínas de la soja y de los cereales se complementan tan bien entre sí. La utilización neta de proteínas (UNP) es mucho más alta cuando combinamos los cereales con el Tofu.


http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=439
http://www.alimentacion-sana.com.ar/portal%20nuevo/actualizaciones/todotofu.htm

Alimentación -muy importante-

El otro día en un canal de aire que no me acuerdo cuál era (muy torpe de mi parte), un nutricionista hablaba sobre 'venenos blancos'. Estos eran la leche, el azúcar, la sal, la harina y el arroz, si no me olvido de algo más. Mi explicación será un poco menos 'profesional', y voy tocar sólo el primer ítem, pero, en otras palabras:
La leche carece de calcio (al menos tiene una cantidad mucho menor de la que nos quieren vender). Tomar leche no es bueno ni en chicos ni grandes. Aumenta el riesgo de cáncer de mama. Al ser leche de otra especie, el cuerpo lo rechaza, más claramente en algunos (intolerancia a la lactosa) que en otros (deficiencia de calcio en los huesos). A esto puedo agregar lo siguiente: las mujeres dan leche a sus bebés...cuando son bebés. Si la necesitáramos toda la vida, la tendríamos de nuestras madres toda la vida. Pero verán que no es el caso.
Hay cereales o pseudo cereales como el amaranto o la quinoa que pueden reemplazar a la leche. Sino, se puede optar por leche de soja o almendras. Link de su preparación (muy fáciles) aquí: http://www.haztevegetariano.com/receta/162/leche_de_almendras http://www.alimentacion-sana.com.ar/informaciones/novedades/leche%20de%20soja.htm y en el segundo link hay información muy valiosa sobre los lácteos :)
ah, y un poco de info sobre el amaranto:
El grano de Amaranto, al igual que la quinoa, es considerado como un pseudo cereal, ya que tiene propiedades similares a las de los cereales pero botánicamente no lo es aunque todo el mundo los ubica dentro de este grupo.
El cultivo del Amaranto o Huautli en América se remonta a más de siete mil años. Algunos autores afirman que los Mayas serían los primeros en cultivarlo y que luego poco a poco lo fueron haciendo Aztecas e Incas. El Amaranto, la quinoa y el maíz eran consideradas plantas sagradas. Los españoles prohibieron su cultivo ya que veían con malos ojos que las utilizaran en rituales.
De hecho, cualquier alimento del que no hablase la Biblia era puesto en duda sobre su idoneidad como alimento.
Hoy en día el cultivo de Quinoa y Amaranto está tomando un gran auge ya que se están redescubriendo sus grandes propiedades. Aparte de producirse en países tradicionales como México, Perú o Bolivia ya hay otros que se han puesto manos a la obra como China, Estados Unidos o la India.
Propiedades del amaranto
El Amaranto es una maravilla ya que se aprovecha todo: el grano y la planta en si, como verdura o forraje para los animales.
La semilla tiene un alto contenido de proteínas, vitaminas y minerales que nos ayudan a crecer sanos y fuertes. Es por ello un alimento muy interesante para los niños.
El Amaranto es ideal en Anemias y desnutrición ya que es un alimento rico en Hierro, proteínas, vitaminas y minerales.
Es un alimento a tener en cuenta en la Osteoporosis ya que contiene calcio y magnesio.
El Amaranto es una planta con mucho futuro ya que aparte de su interés nutricional también se puede aprovechar en la elaboración de cosméticos, colorantes e incluso plásticos biodegradables.
El Amaranto es una alternativa de cultivo muy interesante
Hay una gran demanda en el mercado y sus precios lo hacen un cultivo rentable.
Se adapta a diferentes tipos de suelos y climas.
Soporta muy bien la escasez de agua.
Las hojas del Amaranto se pueden consumir incluso antes de recolectar las semillas. Así nos podemos alimentar nosotros y nuestros animales. Por supuesto todo lo que quede después de la cosecha lo aprovecharemos también para los animales.
Algunos detalles a tener en cuenta para el cultivo del amaranto
Hasta ahora no había experiencia para cultivarlo de forma mecanizada ya que tradicionalmente se ha hecho a mano y en terrenos pequeños.
Es una planta con una gran tendencia a hibridarse con malezas y otras especies similares. Conviene obtener, pues, semillas muy seleccionadas para intentar que sean lo más puras posibles.
Información nutricional del amaranto
Es una planta maravillosa ya que tanto las hojas como las semillas son de un alto valor nutritivo.
Las hojas tienen más hierro que las espinacas. Contienen mucha fibra, vitamina A, C así como Hierro, Calcio y Magnesio.
Algunos especialistas advierten que si usamos el Amaranto como verdura hemos de hervirlo ya que, sobre todo en terrenos con poco agua, las hojas pueden contener altos niveles de oxalatos y nitratos.
Es un alimento que en algunos aspectos se parece a la leche ya que es rico en proteínas y contiene calcio y otros muchos minerales.
Tiene un alto nivel de proteínas, que va del 15 al 18 % pero además lo interesante es su buen equilibrio a nivel de aminoácidos y el hecho de que contenga lisina que es un aminoácido esencial en la alimentación humana y que no suele encontrarse (o en poca cantidad) en la mayoría de los cereales.
Contiene entre un 5 y 8% de grasas saludables. Destaca la presencia de Escualeno, un tipo de grasa que hasta ahora se obtenía especialmente de tiburones y ballenas.
Su cantidad de almidón va entre el 50 y 60% de su peso. La industria alimentaria esta estudiando sus características ya que parece ser que puede ser un buen espesante.
¿Sabías que el amaranto...?
El Amaranto fue uno de los alimentos seleccionado por la Nasa para alimentar a los astronautas. Ellos necesitan alimentos que nutran mucho, que pesen poco y que se digieran fácilmente.
link: http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=946

Por cierto, compré amaranto y quinoa en una dietética el otro día, salieron 10 ó 15 pesos.




También compré mascabo y unas galletitas integrales sin gluten, en total todo me salió 42 pesos.
Acá más links sobre los lácteos
http://www.igualdadanimal.org/cocina/sustituir-los-lacteos
http://www.igualdadanimal.org/cocina/sustituir-el-huevo

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Aud <3

jueves, 5 de abril de 2012

"Es éticamente correcto esclavizar y asesinar a los animales porque no son humanos"


PROLEGÓMENO: para tratar el presente argumento partimos aceptando que los humanos pertenecen a la especie animalHomo sapiens, una especie que ha evolucionando de otras especies animales anteriores[1]. También partimos aceptando que el bien y el mal existen, es decir, que existe la Ética[2]. En esta entrada trataremos el tema de la discriminación moral en base al criterio de especie (especismo).



Algunos humanos afirman que debemos respetar a quien es humano porque es humano, y como los animales no-humanos no pertenecen a la especie humana (Homo sapiens) entonces es éticamente correcto esclavizarlos y asesinarlos para uso alimentario, textil, científico, etc. Esta postura es propia de la cosmovisión antropocentrista que gobierna el mundo.

Este argumento se encuentra de manera implícita en expresiones populares como "los animales han nacido para servir a los humanos", "los animales están para eso", etc.

Formulamos de forma más clara el argumento que utilizan dichas personas. Éste iría como sigue:

(A1) "Debemos respetar moralmente a los humanos porque son humanos".
(A2) "Los animales no-humanos no son humanos".
(A3) Como (A2) es verdadero entonces "Es éticamente correcto esclavizar y asesinar a los animales no-humanos".


RESPUESTA VEGANA:

Este argumento puede rebatirse de las siguiente manera:

(i) Utiliza la falacia de petición de principio. La petición de principio (del latín petitio principii) es una falacia que en Occidente fue acuñada por el filósofo griego Aristóteles (384 a. C. – 322 a. C) en su obra Primeros analíticos. El nombre de esta falacia es la versión latina de una idea de Aristóteles: petere id quod demonstrandum in principio propositum est, que significa: afirmar aquello que se debe demostrar. La falacia ocurre cuando la proposición a ser probada se incluye implícita o explícitamente entre las premisas. Al emplear una premisa que es equivalente a la conclusión o dice exactamente lo mismo que ella, caemos vertiginosamente en el llamado círculo vicioso o prueba en círculo (circulus vitiosus, orbis in demostrando), donde ambas proposiciones se amparan, por ejemplo:

-Los hombres deben ganar más dinero que las mujeres.
-¿Por qué?
-Porque son hombres.

Hay dos tipos de argumentos del antropocentrismo que incurren en la falacia de petición de principio:
- Argumentos que se basan en criterios cuya posesión no puede ser comprobada (alma[3], espíritu[4], etc.) por lo que sostener su validez para establecer una diferenciación moral antropocéntrica resulta puramente arbitrario.

- Argumentos de tipo definicional, por basarse en el argumento circular que acabamos de mostrar.

En esta entrada vamos a centrarnos en los argumentos de tipo definicional, es decir, que se basan en un argumento circular. El antropocentrismo utiliza en el presente argumento el siguiente argumento circular:

-Sólo debemos respetar moralmente a los humanos.
-¿Por qué?
-Porque son humanos.

La estructura de dicho razonamiento es hueco y superficial, pues en él encaja cualquier discriminación que podamos imaginar (racismo, sexismo, etc.). Es un argumento cuya estructura lógica produce discriminaciones arbitrarias con la siguiente estructura:

-Sólo debemos respetar moralmente a los X.
-¿Por que?
-Porque son X.

Argumentar que "Es éticamente correcto discriminar moralmente a los animales porque no son humanos" es un razonamiento vacío de razones que utiliza el lenguaje como instrumento mediante el cual intentar justificar una discriminación moral de individuos elegidos de manera arbitraria.

Existe una variante que viene a decir tal que así: "Es éticamente correcto discriminar moralmente a los animales no-humanos porque no son racionales". Pero con "racional" no se refieren a ninguna característica empíricamente comprobable sino que se refieren a que, por definición, asumen que los humanos son animales racionales y que los animales no-humanos son irracionales, por lo cual sólo están añadiendo un sinónimo a la palabra "humano" (humano = animal racional) y otro sinónimo a "animal no-humano" (animal no-humano = animal irracional). Por lo tanto, sigue siendo un argumento hueco que no aporta razones:

-Sólo debemos respetar moralmente a quienes son racionales (racionales = humanos).
-¿Por que?
-Porque son racionales (racionales = humanos).

Existe una última variante que viene a decir tal que así: "Es éticamente correcto discriminar moralmente a los animales no-humanos porque no tienen ADN humano", pero resulta que todos los seres vivos tienen ADN. Animales con un cierto tipo de ADN son clasificados como perros, animales con otro cierto tipo de ADN son clasificados como cerdos, animales con otro cierto tipo de ADN son clasificados como humanos, etc. Por lo tanto, decir "humano" o "individuo con ADN humano" viene a ser lo mismo pues: individuo con ADN de humano = humano, individuo con ADN de cerdo = cerdo, individuo con ADN de perro = perro, etc. ¿Qué hay de moralmente especial en el ADN de un humano respecto al ADN de un animal no-humano?... nos encontramos frente a la misma falacia y el mismo argumento hueco que en los dos ejemplos anteriores:

-Sólo debemos respetar moralmente a los humanos.
-¿Por que?
-Porque tienen ADN humano (ADN humano = humano).

Un ejemplo con el que fácilmente podemos darnos cuenta de la existencia de la discriminación especista es imaginar que si unos extraterrestres no-humanos visitaran la Tierra con sus avanzadas naves y se presentaran ante nosotros sería irracional defender que los humanos debemos esclavizarles y asesinarles porque no son humanos.


(ii) Los especistas se pierden en las abstracciones (conjuntos) en lugar de tener en cuenta a los individuos empíricos. Los especistas dan mucho valor a abstracciones como la especie (conjunto) pero no se fijan en los individuos empíricos que las componen. Da igual el nombre que se le pone a un individuo (humano, mujer, perro, judio, etc.), lo importante son las características empíricas que dicho individuo posee.

Quien sostiene que los animales no-humanos no merecen la consideración moral y el respeto que les concede a otros humanos debe indicar primero cuál considera que es el "defecto" que justifica que los animales no-humanos sean tratados moralmente de modo diferenciado pues, como hemos visto en el punto (i), el sólo hecho de pertenecer a otro grupo no justifica un trato discriminatorio.

"podemos justificar el tratar a las gentes de modo diferente sólo si podemos mostrar que hay alguna diferencia fáctica entre ellas que sea pertinente para justificar la diferencia de trato." (...) "Éste es el propósito profundo de los estereotipos racistas, ofrecer las “diferencias pertinentes” necesarias para justificar la diferencia en el trato." James Rachels, Introducción a la Filosofía moral

(iii) Debemos respetar a los demás porque son sintientes. Como hemos visto en (i), argumentar que debemos respetar moralmente a los humanos porque son humanos es un razonamiento falaz. La razón por la que debemos considerar moralmente y respetar a los humanos es porque tienen capacidad para sentir[5], y por esa misma razón debemos respetar a los animales no-humanos. El razonamiento moral correcto es el siguiente:

-Debemos respetar moralmente a los humanos.
-¿Por qué?
-Porque poseen la capacidad de sentir (son sintientes).
-¿Por qué debemos respetar moralmente a quienes poseen la capacidad de sentir?
-Porque no quieren que se frustren sus intereses fundamentales.
-¿Por qué no debemos frustrar los intereses fundamentales de un humano?
-Por la misma razón por la que no debemos frustrar los tuyos.
-Es verdad, los intereses fundamentales no deben ser frustrados.


El uso de cualquier otro criterio que no sea la capacidad de sentir, por ejemplo, la capacidad de razonamiento, deja fuera de la moralidad a los individuos que forman parte de un cierto subconjunto de humanos (bebés, disminuídos psíquicos profundos, humanos con enfermedades degenerativas del cerebro, etc.)[6]


(iv) El especismo es una discriminación moral arbitraria.

Argumentar que podemos discriminar moralmente a los animales no-humanos porque no son de nuestra especie (especismo) tiene una estructura lógica similar a decir que podemos discriminar moralmente a las mujeres porque no son hombres (sexismo), o que podemos discriminar moralmente a los humanos de piel negra porque no son blancos (racismo), o que podemos discriminar moralmente a los albinos porque no tienen una piel "normal", etc., o llevado al extremo, que puedo discriminar a los demás porque no son yo. Todas ellas son discriminaciones morales arbitrarias, es decir, actitudes no gobernadas por la razón ni por la compasión sino basadas en el apetito y el capricho, y en simpatías arbitrarias que afectan la vida de alguien que quiere vivir su vida sin ser dañado, lo cual es lo más importante a la hora de plantearse el respeto moral hacia alguien.

¿Cuántas veces hemos visto cómo se discriminan a otras personas de nuestra especie sólo por el hecho de ser etiquetados como diferentes?... ¿cuántas veces en la historia se ha exterminado a un determinado grupo de personas sólo por ser diferentes?... Debemos preguntarnos qué es lo realmente importante que compartimos todos; los sensocentristas afirmamos que es la sintiencia[7], por eso vivimos de manera vegana.

El especismo o especieísmo es un término acuñado en 1970 por el psicólogo Richard D. Ryder[8] quien lo aplicó para describir la existencia de una discriminación basada en la diferencia de especie animal, en analogía con el racismo o el sexismo entre los humanos está basado en diferencias físicas moralmente irrelevantes. La discriminación especista presupone que los intereses de un individuo son de menor importancia por el hecho de pertenecer a una especie animal determinada. Esta discriminación es una actitud bastante arraigada en todas las culturas excepto en la cultura jainista. La representación más común del especismo es el antropocentrismo moral, es decir, la infravaloración de los intereses de quienes no pertenecen a nuestra especie animal homo sapiens.

El especismo ha sido reconocido, por ejemplo, por científicos de la talla de Richard Dawkins: "Todos convivimos con el especismo como si fuera lo más normal, así como antes todos convivíamos con la esclavitud" y por Steven Pinker:

"Quien se oponga a los derechos de los animales y sostenga que el hecho de ser persona se basa en ser miembro de la especie Homo Sapiens no es más que un fanático de la especie, no más sensato que los fanáticos de la raza que otorgan mayor valor a la vida de los blancos que a la de los negros. Después de todo, los demás mamíferos luchan por seguir vivos, experimentan el placer y sufren el dolor, el miedo y el estrés cuando su bienestar peligra. Los grandes simios también comparten nuestros placeres más elevados de la curiosidad y el amor a los parientes, y nuestros dolores más profundos, el aburrimiento, la soledad y la pena. ¿Por qué se iban a respetar esos intereses en nuestra especie y no en las demás?" Steven Pinker. La Tabla Rasa. pag.335
http://vimeo.com/22734929 

El especismo se apoya en el hecho de que nuestra especie animal homo sapiens es, en conjunto, la más poderosa en cuanto a la capacidad de dominar a todos los individuos de las demás especies animales existentes sobre la faz de la Tierra (la ley natural del más fuerte).

En el supuesto caso de que existieran individuos de una especie (o cualquier otra característica arbitraria: raza, nacionalidad, planeta, etc.) que fueran mucho más poderosos e inteligentes que los individuos de la nuestra no nos parecería justo que frustrasen nuestros intereses fundamentales. En ese caso no diríamos: "es justo y ético que ustedes utilicen nuestras vidas porque no pertenecemos a su especie", todo lo contrario; aunque inútilmente, nos defenderíamos de nuestros agresores, intentaríamos huir o el miedo nos inmovilizaría en un estado de shock como ocurre con los animales que son maltratados. Tom Regan lo explica así en su artículo "Ganancias mal adquiridas"[9]:

"Una diferencia evidente es que chimpancés y humanos pertenecen a especies distintas. Es una diferencia, no cabe duda. Pero ¿es una diferencia moralmente pertinente? Supongamos, a modo de argumentación, que una diferencia en la pertenencia a una especie es una diferencia que afecta a nuestro juicio moral. Si es así, y si A y B pertenecen a dos especies distintas, es perfectamente posible que matar a A, o dañarle de cualquier modo, esté mal, mientras que no lo está hacer las mismas cosas a B.

Vamos a someter a pruebas esta idea imaginando que el personaje de E.T., de Steven Spielberg, y algunos de sus amigos se presentan en la Tierra. Podemos decir lo que queramos sobre ellos, pero no podemos decir que sean miembros de la especie Homo Sapiens. Ahora bien, si una diferencia de especie fuese una diferencia moralmente pertinente (que afecta a nuestro juicio moral), estaríamos dispuestos a admitir que no es moralmente reprobable matar a E.T. ni a otros miembros de su especie biológica, ni causarles daño –por ejemplo practicando con ellos la caza deportiva-, mientras que sí lo es hacer lo mismo con miembros de nuestra especie, por el hecho de serlo. Pero no se permite la duplicidad de valores. Si el hecho de que ellos pertenezcan a otra especie hace que sea correcto que les matemos o les inflijamos daño, el hecho de que nosotros pertenezcamos a una especie distinta de la suya haría que dejase de estar mal que ellos nos mataran o nos dañaran. Lo siento amigo –dirían los compatriotas de E.T. antes de apuntarnos o de provocar nuestra crisis cardiaca-, pero es que no perteneces a la especie correcta." Por lo que a nosotros respecta, no podemos quejarnos ni poner ninguna objeción moral si la pertenencia a la especie, además de ser una diferencia biológica, tiene una decisiva importancia moral. Antes de que asintamos a esta idea, deberíamos considerar, en consecuencia, si, en caso de que nos viéramos ante otra poderosa especie de extraterrestres, consideraríamos razonable tratar de moverles mediante la fuerza de la argumentación moral y la persuasión. De ser así, rechazaremos la opinión de que las diferencias de especie, al igual que otras diferencias biológicas (v. Gr. La de raza o de sexo), constituyen una diferencia moralmente pertinente, del tipo de la que buscábamos aquí. Pero tendremos también que recordar que no se permite la doble moral: aun cuando los chimpancés y los humanos difieren efectivamente en cuanto a la especie a la que unos y otros pertenecen, esa diferencia no es por sí misma moralmente pertinente." Tom Regan, "Ganancias mal adquiridas"

Argumentar que podemos explotar a alguien porque no pertenece a nuestra especie es claramente un argumento oportunista e injusto para legitimar el poder del fuerte sobre el débil basándose en nombrar a la víctima con un nombre que le diferencie del agresor. Por lo tanto, aquellos humanos que esclavizan, maltratan y asesinan a animales no-humanos lo hacen porque pueden, porque quieren y porque la ley les permite cometer dichos abusos, pero el poder no dá el derecho.

El especismo es un lavado de cerebro similar al del racismo: http://www.youtube.com/watch?v=Z341bBS7oj0

http://vimeo.com/22731457 Experimento sobre discriminación moral: Una clase dividida (Link)
Muestra un proceso educativo similar al que se les sometió a los especistas.
De ahí el uso despectivo que popularmente se le da a la palabra "animal",
que no es otra cosa que despreciarnos a nosotros mismos.
CONCLUSIÓN: en esta respuesta queda demostrado que el especismo es una discriminación moral arbitraria. En el siguiente argumento pasaremos a analizar si existe alguna característica moralmente relevante que diferencie a todos los humanos de los animales no-humanos[6].
Aud <3

La falacia de la expresión "somos omnívoros"


Omnívoro, ra.: Del latín. omnivorus; de omnis, todo y vorare, comer.
El omnivorismo en los humanos no constituye una determinación biológica para el consumo de "carne", sino una posibilidad de elegir nuestra dieta.
La expresión "omnivorismo" aparece en muchas conversaciones sobre vegetarianismo. Suele pronunciarse con tajante convicción "somos omnívoros, comemos de todo".
"somos omnívoros: comemos de todo"
La función de dicho tipo de expresiones es hacer ver que el vegetarianismo supuestamente no es "natural", que "lo natural" para los humanos es comer "de todo". Pero, en el sentido más literal, todo, lo que se dice todo, no podemos (o más bien, no debemos) comer. Permítaseme la broma: cristales o sables sólo comen los faquires y desde luego no con el ánimo de aprovechar sus nutrientes.
Ya en serio, lo que se quiere hacer ver diciendo que los humanos somos omnívoros es que supuestamente también necesitamos alimentarnos de productos animales para tener buena salud. Dicha supuesta necesidad vendría dada por nuestra biología. De alguna manera se sugiere que estamos obligados a comer carne para sobrevivir. Sin embargo, esta definición de omnivorismo como determinación biológica a comer carne es simplemente falsa, aunque sólo sea porque niega la existencia de quien escribe estas lineas y de tantos y tantas vegetarianas y veganas que disfrutan de una vida larga y saludable.
Los nutrientes que necesitamos se encuentran en las dietas vegetarianas y veganas bien planteadas. Sobre este particular podéis ver nuestra sección sobre nutrición y en especial la opinión de la Asociación Americana de Dietética sobre dietas vegetarianas, dónde se expresa claramante que "las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas son saludables, son nutricionalmente correctas, y proporcionan beneficios para la salud en la prevención y tratamiento de determinadas enfermedades."
Por tanto, según los nutricionistas no estamos determinados biológicamente a comer carne o una dieta concreta. Lo que nuestro organismo necesita para su salud son distintos nutrientes y las dietas vegetarianas bien balanceadas aportan a nuestro cuerpo todos los nutrientes. Además las dietas vegetarianas/veganas adecuadas conllevan beneficios para la salud. Esta afirmación ya no se pone en duda por ningún especialista serio.

Omnivorismo: una posibilidad de elegir nuestra dieta

Por otro lado, el sentido en el que sí somos omnívoros es que tenemos la posibilidad de comer gran diversidad de alimentos y elegir entre conseguir los nutrientes de distintas fuentes. Por ello, no es que la vegetariana o el vegano dejen de ser omnívoros, sino que eligen obtener los nutrientes de alimentos respetuosos con los demás animales: frutas, verduras, cereales, legumbres, semillas, hongos, etc.
Prescindir de los productos de origen animal es una posibilidad que nos da (y agradece) nuestra biología. Sin embargo, lo que a nivel biológico es posibilidad nutricional, a nivel ético es nuestra responsabilidad moral (ver Vegetarianismo ¿sólo una opción personal?)

El pasado como argumento para el consumo de carne

Uno de los argumentos que se suelen dar en contra del vegetarianismo es que nuestros antepasados en determinado momento empezaron a ser cazadores para sobrevivir y que por tanto nosotr@s estamos legitimados a seguir depredando animales.
Es simpático recordar que nuestros inicios como depredadores de animales fueron con seguridad como carroñeros y no como cazadores, lo que le resta cierto romanticismo a esa visión de nuestro pasado. Nadie defiende que debemos vivir de carroña, pues así lo hacían nuestros antepasados. Por tanto, parece que lo importante para saber cómo relacionarnos con los otros animales no es ver qué se hizo en el pasado, sino qué creemos que es lo correcto hacer hoy día.
Las estrategias de supervivencia de nuestros antepasados no determinan nuestras decisiones morales con respecto a los animales hoy. Nuestra sensibilidad ética ha cambiado en muchos aspectos respecto a épocas pasadas. Multitud de prácticas que realizaban nuestros antepasados son consideradas hoy a la luz de la razón como verdaderos crímenes.
La historia de la humanidad nos ha dado la oportunidad de revisar constantemente nuestras creencias sobre lo que está bien y lo que está mal. Nuestra capacidad de aprendizaje ha permitido dicha revisión. Y la paulatina superación del racismo o del sexismo, son dos grandes ejemplos de ello. Este gradual crecimiento del respeto entre l@s human@s, nos ha hecho pensar en que el círculo de consideración moral debe crecer aun más para incluir también a los demás animales. Creemos que ha llegado el momento de empezar a ver a los animales no humanos, no como cosas para nuestro beneficio, sino como compañer@s de planeta a los que respetar. Son individuos que disfrutan de su vida y procuran evitar el sufrimiento en el mismo sentido que lo hacemos nosotr@s. ¿Por qué habríamos de utilizarlos como si fueran objetos?
Debemos, por ello, dar un paso más y trabajar para superar el prejuicio, similar al sexismo y al racismo, que sustenta la explotación animal: el especismo, según el cual la especie de los individuos es motivo suficiente para despreciar sus intereses.
Insistimos en la idea de que lo qué hicieron en el pasado o lo que hacen otr@s en el presente no debe influir en nuestras decisiones éticas. No es legítimo justificar una conducta diciendo “también lo hace el vecino”. Debemos asumir nuestras elecciones morales con sinceridad y justificarlas con argumentos racionales, no apoyándonos en costumbres actuales o en tradiciones.

Conclusión

Si buscamos en la esencia del ser humano, sin duda no encontraremos determinaciones gastronómicas. La etiqueta de "omnívoros" en el sentido de necesidad de comer carne es por ello errónea. Lo que sí podemos afirmar con seguridad es que muchos seres humanos tenemos la capacidad de revisar nuestros hábitos y creencias para mejorarnos y mejorar las relaciones con l@s demás. Es a esa naturaleza libre a la que queremos apelar con estos textos y reflexiones.

Aud <3

jueves, 1 de marzo de 2012

So many places, so many friends
we are all fighting for freedom
you and me, in different places
for the same old things!
Under the same old sun...
we are all looking for freedom
we all know what we want!